domingo, 13 de noviembre de 2016

Cómo disipar los síntomas de la DEPRESIÓN

Advertencia: Las siguientes sugerencias no deben ser tomadas como consejo profesional ni como la ayuda definitiva a tu depresión. Si estás clínicamente deprimido, es preferible que consultes con un especialista. En este artículo abordamos la depresión en su etapa inicial. En todo caso te servirá de complemento al apoyo terapéutico y psiquiátrico que puedas estar llevando en estos momentos.





Todos los días recibo mensajes de personas que se encuentran afligidos emocionalmente tras haber terminado una separación. Y este es probablemente la razón número uno por la que las personas se deprimen en el mundo: por no ver cumplido su sueño de un verdadero amor tras presenciar el final de esa relación de mucho apego o de muchas expectativas.
Pero es más curioso cuando se deprimen cuando acaban de terminar una relación nociva, incluso destructiva, en vez de estar celebrando y anunciando al mundo entero su nueva soltería, estas personas empiezan a maldecir su “desgraciada” situación: “soy un fracasado, nadie me quiso, nadie me querrá”. Pero pasan los años y se dan cuenta que todo esto fue una bendición encubierta y deducen que fue lo mejor que les pudo haber pasado.
Ahora bien, la razón por la que apenas toco el tema de la depresión tras seis años ayudando a través de esta web es por el cuidado que siempre le he tenido. No cualquiera puede tratar a una persona deprimida. Pues tiene un proceso de recuperación lenta y aun así deja secuelas y es preferible que la persona esté siempre en supervisión psicológica.
Sin embargo, quiero que tú descartes una vez los síntomas de la depresión ya que, probablemente el 90% de las personas que creen estar deprimidas en realidad están experimentando un momento difícil en sus vidas que con el tiempo pasará a ser una lección que les habrá fortalecido.
Y no… ¡ESTE ARTÍCULO NO VA DE MOTIVARTE! Va de hacerte entrar en perspectiva.

¿En realidad estás pasando por los síntomas de la depresión?

Hace poco hablando con un chico que estaba buscando un trabajo se sentía mal porque no hallaba el indicado. Él decía que se sentía “deprimido” y parecía ser que, acto seguido, su postura cambiaba, su expresión palidecía y su mirada se mantenía siempre gacha. Era como si al mencionar la palabra depresión invocara a un espíritu negativo que se apoderaba de él en ese preciso momento.
Dos semanas después logró encontrar trabajo y su vida estaba marchando tan bien como siempre.
A lo que voy no es la forma popular y exacerbada con la que empleamos una palabra como la “depresión” en nuestro vocabulario, sino a cómo nos metemos en el papel cuando nos mentalizamos con la idea de que estamos depresivos.
Está claro que la depresión, una vez diagnosticada, hay que prestarle especial atención a quien la padece; pero vamos al hecho de que parece que esta palabra está haciéndose tan famosa que cuando vivimos un momento de tensión verbalizamos: “Me encuentro depre” y una vez tu cerebro escucha esta expresión lo percibe como una órden y actúa en consecuencia a ello.
Hace poco mientras le realizaba una asesoría personalizada a una lectora mía me comentaba que llevaba ya varias semanas “deprimida” por lo de su relación que nunca se pudo concretar, a lo que yo pregunté inmediatamente: “¿Realmente estás deprimida o es que sólo te sientes frustrada porque no se formalizó?” Ella respondió casi de inmediato: “Sí, yo creo que me siento muy frustrada.”
No confundas estar deprimido con tener días de mucha tensión y estrés.
No confundas estar deprimido con la frustración de una expectativa no realizada.
No confundas la depresión con el sentimiento de sentirse utilizado(a) y burlado por alguien que todo el tiempo vino con mentiras.
No confundas estar deprimido cuando simplemente te falta desahogar el enojo que sientes porque ese ex amor nunca te dijo que se desenamoró de ti meses atrás.
No interpretes el estar depresivo con el no ser comprendido por los demás, con el estar sin recursos emocionales o afectivos para afrontar este momento difícil de tu vida.
Tampoco asocies estar “depre” con el simple hecho de haber tenido un mal día.

Los síntomas de la depresión los puedes propiciar u obstruir con tu vocabulario interno y externo

Sí, tienes el poder de erradicarlas o de acrecentarlas tan sólo con tu forma de expresarte. Tu cerebro es una máquina que obedece órdenes, especialmente el inconsciente.
Y cada una de las palabras que decimos en nuestra vida diaria envía órdenes. Así que empezaremos a prestar especial cuidado a cada una de las palabras con las que nos expresamos al momento de verbalizar nuestro estado de ánimo.
Decir: “Me siento deprimido” incapacita a quien lo recita. No envía órdenes a tu cerebro para ofrecer una solución. En cambio, si te dices: “Hoy no me siento tan energético“. Aquí no te estás sentenciando, simplemente estás siendo realista pues te encuentras decaído, en otras palabras, con poca energía. Algunos días andas con mucha energía; otros días, con poca. Y eso es mentalmente más fácil de sobrellevar. Además tu cerebro sabrá que en ese momento necesitas reponer tu depósito de energía vital e inmediatamente te surgirán ideas para dejar de estar así: un siesta o un sueño profundo para levantarte con más ánimos, comprar vitaminas, realizar cardio en el gimnasio, comer más saludablemente, encontrarte con amistades que te hagan reír o ver una película inspiradora.
O también puedes adoptar la postura de Facundo Cabral: “No estás deprimido, estás distraído”. Este vídeo me ayudó años atrás a dejar de sentirme “deprimido” porque la perspectiva que tenía de mi situación en aquellas épocas:


Hay palabras que tienen mucho poder en nuestra vida diaria y la palabra “depresión” afecta negativamente la forma de percibir lo que nos rodea.
Ya lo sabes, a partir de ahora para eliminar esos síntomas de la depresión debes emplear frases como: “Hoy me siento poco comprendido” e inmediatamente vas hacia esa persona que te pueda comprender un poco mejor. “Hoy tengo la necesidad de desahogar mi enojo” y escribes todo ello en una hoja o le comentas a alguien de confianza.
También puedes emplear las siguientes frases:
Me siento abatido / Me siento afectado / Tengo poco ánimo / Me estoy reponiendo / Estoy consternado / Estoy desorientado afectivamente…
Si eres como el 90% de los casos que está preocupado por si está con depresión porque hace poco rompiste tu relación, en realidad sólo estás viviendo parte natural de tu proceso de duelo amoroso. Y ahora te acabo de mostrar la solución inmediata para que seas más consciente del poder de tus palabras…
Y tú, ¿de qué otra manera empezarás a describir tu situación a partir de ahora? Me encantará mucho leer tus comentarios.
PD: Tener una saludable autoestima hará que evites entrar en depresión. Mi más reciente ebook “Recupera tu autoestima” te ayudará a blindarte de los malos amores y a sobreponerte rápidamente de los momentos más difíciles de tu vida a través del amor propio. CLICK AQUÍ PARA MÁS INFO.




puedes ver todos nuestros artículos en http://labitacoradelartista.com/ebooks/index.html o nuestro producto http://labitacoradelartista.com/ebooks/7-pasos-para-olvidar-un-amor.html
Te Gustó? Ayúdanos a llegar a Más Personas Compartiéndolo en Las Redes Sociales!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Gracias por participar en nuestro Blog, y no te olvides de compartir este articulo en tus redes sociales si es que te ha gustado el mismo.